Hay que ponerse la piel de todos los miedos
sobre los huesos gastados de tanto golpe
Hay que pactar tregua provisoria con la bestia
y que nos guarde las miserias hasta la proxima noche.
Hay que juntar del piso y de la mesa
los hijos incompletos y el vino derramado.
Hay que extender las sabanas donde nos dimos muerte
y parir las preguntas escritas en el vientre.
Hay que abrazar a los hijos y dejar que se marchen
y anegar los umbrales y las puertas.
Hay que clavarse a fondo la utopia
teñir de rojo las ventanas y recuperar el verde.
PABLO RESA
viernes, 15 de diciembre de 2006
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